Las operaciones del quinto día de la misión (y primer día en la órbita lunar) no han podido ir mejor. El embrión de la nueva base lunar ya está plantado, y el pabellón español ondea bien alto sobre la superficie lunar.
El MARINE-01 permanece en la superficie como nave de apoyo, mientras el INTA-01 ha regresado a la Libertad para recoger más materiales de construcción. Calculo que en unos cuatro viajes más la estación estará concluída. La duda es si dejar o no a los astronautas que habitarán la nueva base una nave que les permita un regreso rápido a la Tierra en caso de necesidad, aunque me inclino por no hacerlo, ya que la falta de una nave desestabilizaría el centro de gravedad de la Libertad, dificultando las posteriores maniobras interplanetarias.
